Cada sueño necesita una meta. Cada camino necesita de un valiente que lo enfrente. Cada hombre necesita nuevos retos. Cada motociclista necesita tener una máquina que esté a la par de sus metas, de su valentía, de su estilo de vida.
Para satisfacer todas esas necesidades, desde el año 2003, el mercado motociclista colombiano vio cómo, de la mano de Auteco, llegó a Colombia una moto que rápidamente se convertiría en una marca de leyenda: la Pulsar había llegado para quedarse. El transporte, la independencia, la libertad, el estilo de vida, la adenalina, el desempeño y el culto que se generó en torno a las diferentes versiones de esta moto, cambiaron la cultura motociclista del país.
Ser “Pulsarista”, entonces, tuvo sentido.
Alrededor de lo que parecía ser una simple máquina se generó una cultura, una excusa para acercarse, para crear clubes y descubrir puntos de identificación con personas que vivían a kilómetros de distancia.
Fueron los “Pulsaristas” quienes empezaron a encontrarse y a viajar por diferentes partes del mundo. Un largo camino en el que Auteco siempre ha estado a su lado.
Desde entonces, son ellos quienes le han dado alma y corazón a esta motocicleta.
Son ellos en quienes Auteco siempre ha pensado, buscando darles el mejor servicio y la mayor calidad.
Así, hoy, cada vez que un “Pulsarista” se sube a su motocicleta puede tener la seguridad que va a vivir únicas e intensas emociones, estando seguro de que la Pulsar le brindará adrenalina y emoción en el día a día.
Lo demás es parte de una historia que se sigue escribiendo, desde 135 hasta 220 centímetros cúbicos.
Pulsarista
ResponderEliminar